IMPORTANCIA DE LA SALUD MENTAL

Bienestar • Salud Pública • Psicología

La importancia de la salud mental en la vida cotidiana

Por Escuela EPAL — Última actualización: 26 de agosto de 2025

Introducción

La salud mental es un pilar del bienestar integral. No es únicamente la ausencia de trastornos psicológicos: implica equilibrio emocional, capacidad para gestionar el estrés, habilidades para relacionarse y tomar decisiones que promuevan una vida plena y funcional.

¿Qué entendemos por salud mental?

Según organismos internacionales, la salud mental es un estado de bienestar en el que la persona reconoce sus capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, trabajar de forma productiva y contribuir a su comunidad. Es un aspecto dinámico que influye en cómo pensamos, sentimos y actuamos diariamente.

¿Por qué es importante?

  • Calidad de vida: Una buena salud mental permite disfrutar los momentos cotidianos, afrontar dificultades y mantener una visión positiva.
  • Rendimiento: Mejora la concentración, la memoria y la productividad en el trabajo y el estudio.
  • Salud física: El estrés crónico y las alteraciones emocionales afectan el sistema inmune y aumentan el riesgo de enfermedades.
  • Relaciones sociales: Favorece la comunicación asertiva, la empatía y vínculos sólidos.

Factores que influyen en la salud mental

La salud mental depende de la interacción entre factores biológicos, psicológicos y sociales:

  • Biológicos: genética, neuroquímica y condiciones médicas.
  • Psicológicos: autoestima, estrategias de afrontamiento y resiliencia.
  • Sociales: entorno familiar, apoyo social, situación económica y experiencias de vida.

Cómo cuidar la salud mental (prácticas recomendadas)

Algunas medidas prácticas y accesibles para mantener o mejorar la salud mental:

  • Actividad física regular: ayuda a reducir estrés y mejorar el estado de ánimo.
  • Higiene del sueño: establecer horarios y rutinas para un descanso reparador.
  • Alimentación equilibrada: los hábitos nutricionales influyen en el ánimo y la energía.
  • Redes de apoyo: mantener relaciones sanas y pedir ayuda cuando sea necesario.
  • Técnicas de gestión del estrés: respiración, meditación, pausas activas.
  • Búsqueda de ayuda profesional: psicoterapia o atención psiquiátrica cuando los síntomas interfieren en la vida diaria.

Romper estigmas

Aún existen prejuicios sobre pedir ayuda para la salud mental. Es importante normalizar la búsqueda de apoyo: consultar a un especialista no es un signo de debilidad, sino de autocuidado y responsabilidad. Hablar abiertamente reduce barreras y facilita el acceso a tratamientos efectivos.

Conclusión

La salud mental es una necesidad, no un lujo. Cuidarla mejora la resiliencia, las relaciones y la calidad de vida. Reconocer su importancia es un primer paso para construir comunidades más comprensivas y saludables.